Las EPS no se destruyen, sino que se transforman: Jaramillo

Las EPS no desaparecerán, sino que se transformarán y tendrán un papel esencial en el nuevo sistema, sostuvo el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, sobre la reforma que en medio de críticas pasó a segundo debate en la plenaria de Cámara.

En conversación  con EL NUEVO SIGLO, el funcionario aseguró que con la reforma el servicio llegará en buenas condiciones a 700 municipios en los que hay puestos de salud mal dotados o en muchos casos que están cerrados.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué responde a los críticos que señalan que el proyecto aprobado en primer debate es una especie de Frankenstein normativo y disfuncional?

GUILLERMO ALFONSO JARAMILLO: De ninguna manera. Este proyecto es tal vez una de las reformas más importantes que se pretendan realizar en los últimos años. Tiene que ver muy especialmente con acatar la decisión de la Corte, a través de la Sentencia 670 de 2008, y comenzar a poner en práctica lo que estipuló la Ley Estatutaria de 2015. Hemos venido desarrollándola con rigurosidad y, al mismo tiempo, pensando claramente en atender un sector que ha estado abandonado a través de la prevención de la enfermedad, promoción de la salud, atención primaria y, muy especialmente, llegar con salud a más de 700 municipios que hoy se encuentran desprotegidos.

ENS: ¿Se estatizó el sistema de salud en Colombia y se anuló la participación del sector privado?

GAJ: Para nada. Eso ha sido parte de la jornada de desinformación que se ha dado. Continúan las EPS, lo único es que se transforman en gestoras de salud y vida. Fuera de eso, continúan dentro del sistema, mantienen a sus afiliados y se les paga por el servicio que vienen prestando. Se les va a pagar el 8 % del monto total que se invierte en salud. 

Si el año entrante son $100 billones, les tocarían hasta $8 billones para ejercer sus funciones. Vamos a pagar los trabajos que hagan las clínicas y los hospitales. Vamos a trabajar, el Estado, por un lado, apoyando a sectores alejados y en sitios marginados en grandes ciudades, y por el otro, vamos a tener al sector privado muy activo.

ENS: ¿La reforma a la salud aprobada en primer debate acaba sí o no con la libertad del afiliado para elegir una gestora de vida que lo atienda?

GAJ: No, hay libre escogencia. Las gestoras mantienen a sus afiliados. Esas EPS que se transforman en gestoras mantienen a sus afiliados. Ejemplo, soy Sanitas, vivo en la calle 126 con carrera 6. A mí, Sanitas me va a inscribir en un Centro de Atención Primario (CAP), entonces seguramente me va a decir que mi CAP está cerca. Cuando necesite resolver un problema iré allá, cerca de mi casa. Si me pueden resolver el problema, pues esos CAP son resolutivos, se soluciona. Si no, hay una red integrada, que se planifica con el Distrito y gestoras de salud y vida. Si necesito ir a otro nivel (intermedio o de mayor complejidad), la red está instaurada para poder llegar allá. Aquí lo que vamos a fortalecer son clínicas y hospitales.

Nosotros les pagamos al día a las EPS, pero esas EPS se han demorado en pagarles a los hospitales y clínicas. Queremos eliminar esa intermediación, que la plata llegue directamente a los hospitales y clínicas.  La ley contempla que hay que pagar el 8 % el primer mes de la factura presentada, entonces les vamos a dar liquidez a los hospitales, vamos a permitir que los hospitales tengan flujo de caja. La mayoría es privada, entonces yo no entiendo por qué dicen que estamos estatizando. 

ENS: ¿Volverán las colas y las esperas eternas para citas y cirugías como en tiempos del Seguro Social?

GAJ: Es que esto no es el Seguro Social. Ese fracasó porque el Gobierno nacional, que debía dar la tercera parte de los recursos para sostenerlo, no los dio. Quedaron solo el trabajador y el patrono cotizando. Aquí la plata que cotizamos va al sistema, llega a la Adres. Fuera de eso, el Gobierno, de los impuestos que pagamos, va a esa gran masa que es cerca de $90 billones y que el año entrante puede ser $100 billones. Esperamos que con este sistema la gente no tenga contratiempos con el servicio.

ENS: Los críticos sostienen que con lo aprobado y con el fin de las EPS se destruyen cerca de 100 mil empleos, ¿es cierto?

GAJ: Es que no se destruyen las EPS, sino que se están transformando. Fuera de eso, se les van a pagar hasta $8 billones si el presupuesto es de $100 billones. Lo único que no van a hacer las EPS como gestoras es ser intermediarias para el pago de servicios de clínicas y hospitales. Las EPS van a estar en todo el proceso. El presupuesto de salud va a aumentarse, pues a raíz de la reforma tributaria hay más recursos del Sistema General de Participación. Entonces, esa parte, que es más de la mitad del presupuesto de salud, va a doblarse en menos de 10 años. Va a haber más presupuesto y, como vamos a llegar a sitios donde no llegaban las EPS con médicos y enfermeras, lo que pienso es que el empleo va a aumentar.

ENS: ¿No cree que se concentra demasiado poder en la Adres y cómo garantizar que no se convierta en una cuenta de bolsillo del gobierno de turno?

GAJ: Para nada, pues Adres lo que tiene que hacer es transferir recursos a las clínicas y hospitales. Cuando le dice a Adres que tiene que pagar la factura a los hospitales y clínicas, por lo menos 8 % del primer mes, debe cumplir con eso porque está en la ley. Debe cumplir con la ley, actuando de forma expedita.

ENS: Acemi advierte que el texto aprobado plantea metas de difícil cumplimiento. En dos años, al menos, 2 mil CAP tendrán que estar construidos y habilitados. ¿Es eso cierto?

GAJ: Hoy existen casi 700 municipios que son de sexta categoría. Tienen puestos de salud, sus hospitalitos están cerrados o escasamente atiende una enfermera. La mayoría de la infraestructura ya existe. En Ibagué, donde fui alcalde, reabrí 25 puestos de salud en zonas rurales de la ciudad. Estaban construidos y atendían cerca de 50 mil campesinos, y los puse a funcionar con médicos y enfermeras. Ahí está la infraestructura, es volver a abrirla.

Salí yo y quitaron ese servicio, entonces los campesinos quedaron abandonados. Deben viajar varias horas y gastar dinero para asistir a la ciudad para que los atiendan. Además, esos nuevos CAP que vamos a necesitar, se irán construyendo anualmente, no es de un día para otro.

ENS: Con una coalición gubernamental rota, ¿cree posible que la reforma, que tiene fuertes peros de parte de conservadores, liberales, de la U, uribistas y Cambio Radical, pase en plenaria de Cámara?

GAJ: Yo creo en el Parlamento colombiano. Los congresistas son los que más saben de la realidad en el país. Ellos recorren las regiones, visitan las veredas, los corregimientos, las inspecciones de policía, los municipios apartados y abandonados de este país. Ellos son los que conocen en realidad la situación de esas zonas apartadas, que son a las que nosotros les vamos a dar prioridad. Son los que ven que los niños se mueren de hambre en La Guajira, lo que pasa en Guaviare, Vaupés y en el litoral Pacífico. Son a los que más les interesa esta reforma, porque saben que se va a hacer justicia con ella. 

ENS: Hay quienes dicen que esta reforma desarregla lo que estaba funcionando bien y no garantiza que se mejore la deficiencia en zonas rurales y periferias, ¿qué responde?

GAJ: De ninguna manera, pues lo que estaba funcionando en las zonas urbanas, populosas, seguirán funcionando. Lo que haremos es destinar recursos para que lo que no está funcionando, funcione. Esos hospitales o CAP tendrán presupuesto para contratar y pagar personal para una prestación adecuada del servicio en más de 700 municipios que tienen problemas de salud. Yo estoy convencido de que al poner en la práctica la ley, habrá cambios sustanciales en sectores vulnerables del país.

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