Los PDET son una herramienta especial de planificación y gestión a 15 años, creados en el marco del Acuerdo Final de Paz. Su objetivo es estabilizar y transformar los territorios más afectados por violencia, pobreza, economías ilícitas y debilidad institucional. Con un 36 % del territorio nacional, estos abarcan 16 subregiones, 170 municipios y 11.000 veredas.
La profesora Andrea Carolina Jiménez Martín, de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), señala que entre los gobiernos de Juan Manuel Santos y Duque no hubo una línea evolutiva de los PDET.
“Como todos sabemos, en su inicio el gobierno de Duque intentó ‘hacer trizas’ el Acuerdo de Paz, lo cual no fue posible por la dinámica de correlación de fuerzas existentes, por lo que inicia algo que los académicos de la UNAL hemos llamado como la ‘simulación del cumplimiento del acuerdo’, y los PDET son un ejemplo claro de ello, pues al implementar las hojas de ruta, el gobierno distorsionó los objetivos de ofrecer bienestar a las comunidades y centró sus acciones en la estabilización”.
En ese sentido, empiezan a darse elementos problemáticos como el cambio de la temporalidad, es decir, los acuerdos de los Planes de Acción para la Transformación Regional (PATR) establecían 10 años para la implementación de los PDET, que con el gobierno Duque pasan a 15 años sin un soporte financiero.
La experta anota que “tal decisión vuelve más lento el proceso de transformación territorial; además, las hojas de ruta priorizaron otro tipo de indicadores como reducciones de tasas de criminalidad y no transformación estructural del campo”.
De todos los proyectos que se tenía previsto adelantar en estas regiones solo el 15 % fueron habilitados, eligiendo aquellos que no representan planes significativos para la transformación regional y dejando por fuera un gran porcentaje de iniciativas en lugares como el Catatumbo, el sur de Córdoba y el sur de Bolívar.
“Las hojas de ruta terminaron por desconocer un proceso participativo y cerrando el campo de implementación de los PDET”, subraya.
Agrega que “desde un inicio el Acuerdo en su conjunto nace desfinanciado y esto ha incidido particularmente en los PDET, y finalmente se ha visto que se están haciendo pasar por iniciativas PDET tareas misionales del Estado como la construcción de escuelas o el apoyo al Programa de Alimentación Escolar en algunos territorios; entonces, como no hay suficientes recursos estos proyectos simulan cumplimientos de los PDET”.
Una nueva visión
La profesora Jiménez asegura que este es un momento muy importante para el país, ya que el gobierno del presidente Gustavo Petro ha manifestado su compromiso con la paz total y con la implementación real del Acuerdo.
“La recuperación y aceleración de los proyectos frenados por la hoja de ruta del anterior presidente son asuntos fundamentales en los cuales se deben revisar exhaustivamente los contratos y el funcionamiento de los PDET, ya que la corrupción ha sido vergonzosa”, enfatiza la experta.
Agrega que el presupuesto ha sido limitado y no hay recursos frescos para darle sustento a las iniciativas de los planes territoriales en estas regiones.
“Lo que se ha observado es la continuación de la simulación por parte del gobierno pasado, en donde se hacía pasar por PDET cualquier actividad en las regiones, como pintar una escuela o brindar alimentación escolar; además, otro asunto importante han sido las regalías, las cuales tienen una dinámica lamentable y perversa, ya que se han robado los recursos de estos proyectos”.
Añade que los alcaldes de los municipios participaban en todo el dispositivo de corrupción porque se enfrentaban a tener que darles incentivos a intermediarios o perder la posibilidad de obtener un acueducto para sus territorios.
El nuevo gobierno tendrá que lidiar con los vacíos dejados por el anterior mandatario para recuperar y potenciar el progreso de estas regiones históricamente azotadas por el conflicto armado en Colombia, y que tienen la esperanza de tener la ayuda necesaria que no se les ha brindado en los últimos años.
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