Programa de Alimentación Escolar de Bogotá compra 35.000 bananos sin intermediarios

l único propósito de la iniciativa es trabajar desde las entidades gubernamentales para apoyar a pequeños productores agropecuarios de la región central. Los tres miembros de la UNAL pretenden llevar el proyecto a otros territorios como Boyacá o Tolima e ir integrando otros productos.

Adrián Chávez, profesional de la Subdirección de Abastecimiento Alimentario de la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico y líder de compras públicas, explica que “el ejercicio que hemos venido adelantando es mirar cómo modificar los anexos técnicos y los pliegos de condiciones de contrataciones estatales para que los pequeños productores tengan una entrada; creamos un registro de ellos y se ha logrado que no solo quienes producen desde el sector agropecuario, sino también las mypes (microempresas) de alimentos puedan entrar a los mercados de manera directa”.

Él, junto a Cristian Camargo, de la Agencia de Comercialización e Innovación para el Desarrollo de Cundinamarca, de la Gobernación del departamento, y Steven Pirachicán, del equipo de gestión transversal y nutricional del Programa de Alimentación Escolar (PAE) de la Secretaría de Educación de Bogotá, unieron esfuerzos desde sus entidades, y con un trabajo interinstitucional lograron concretar la compra de 35.000 unidades de banano a productores del municipio de San Juan de Río Seco (Cundinamarca).

“Conseguimos una articulación interinstitucional y administrativa con la Secretaría, ente encargado de la demanda de alimentos a nivel institucional, pero en Bogotá esto tiene su génesis en la reformulación de política pública de seguridad alimentaria y nutricional (Conpes 2019), que se construyó a partir del documento técnico de soporte elaborado por la UNAL, y que empezó a generar recomendaciones de incluir un tema de compras públicas en la ciudad”, asegura Steven.

A su turno, Cristian explica que “la iniciativa empezó desde la oferta, que no es solo tener el producto, sino realizar capacitación y volverlo competitivo”.

Agrega que “los mercados especializados, y en particular los del PAE, tienen unos requerimientos técnicos y deben cumplir con ciertas características de peso y calidad en términos de maduración y salud física o mecánica de los productos, además de tener un proceso de limpieza e inocuidad del alimento. Así, desde las tres entidades, no solo se realizó el alistamiento de la oferta, sino también la concreción de la demanda con el operador a partir de la presión institucional”.

Quince familias productoras se beneficiaron con la venta de 35.000 unidades de banano que después se entregaron en 40 colegios distritales de cinco localidades de Bogotá.

“Esto representa un avance muy importante en el PAE y es una ayuda para las familias de este municipio que se han visto especialmente afectadas por el invierno. Además, 35.000 niños disfrutaron de un producto con características organolépticas –o descripciones físicas como sabor, textura, olor, color o temperatura– mejores que las del banano de Urabá, un producto que no es local, está industrializado y tiene alta trazabilidad en químicos, y que, en resumen, es el producto sobrante de la exportación”, apunta Cristian.

Trabajo continuo

“El PAE de Bogotá atiende alrededor de 700.000 raciones al día, por lo cual el fortalecimiento y la alianza interinstitucional se seguirán implementando con otros productos”, explica Steven, el funcionario de la Secretaría de Educación de Bogotá.

Señala además que “el trabajo que estamos haciendo los egresados de la UNAL desde nuestras respectivas labores en las instituciones es seguir de la mano de los agricultores y tratar de eliminar a los intermediaros. En general, los productos que se manejan en el PAE llegan desde operadores y no se negocia con productores, entonces nuestra idea es acercarlos con el operador e ir impulsando el encuentro con los campesinos”.

En ese sentido, los miembros de la UNAL buscan inocuidad en los alimentos, que los campesinos puedan cumplir con los requisitos mínimos exigidos por las entidades y actualizar las fichas técnicas estandarizadas en 71 alimentos del PAE, para incluir productos estratégicos, directamente facilitados por los agricultores.

“En este momento las instituciones se están alineando, pero es muy importante el equipo técnico que está en medio de todo el proceso y que facilita desde la normativa y los procesos de licitación hasta las fichas técnicas y la operación-negociación, para que esto sea una realidad. En el ejercicio piloto este primer paso fue exitoso”, indican.

Adrián Chávez, Cristian Camargo y Steven Pirachicán, de la Maestría en Seguridad Alimentaria y Nutricional de la UNAL, hicieron posible el acercamiento con los productores. Unimedios

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