EL NUEVO SIGLO: Según usted que es un senador ambientalista, ¿estos incendios forestales a qué se deben?
NICOLÁS ALBEIRO ECHEVERRY: Como Senador ambientalista, entiendo que mi responsabilidad va más allá de las políticas convencionales. Respecto a los incendios forestales, son resultado de una combinación de la ola de calor desde finales de 2023, el cambio climático y el fenómeno de El Niño.
Es esencial reconocer la presencia de intervenciones humanas y criminales. Destaco la falta de prevención, pedagogía y gestión, especialmente por parte de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), un componente crítico de esta problemática. Su capacidad y reacción es nula.
ENS: ¿Colombia está preparada para afrontar el calentamiento global?
NAE: La preparación de Colombia para afrontar el calentamiento global es insuficiente. A lo largo de la historia, el Gobierno ha optado por discursos impactantes en lugar de acciones concretas. Aunque la Ley de Acción Climática representa un paso adelante, su falta de implementación efectiva refleja la necesidad de asignar recursos y adoptar estrategias tangibles para reducir la deforestación y abordar los impactos del cambio climático a nivel local.
Le entregamos al país la Ley de Acción Climática, estructurada, discutida, con la participación de todos los sectores de la sociedad, y la meta es lograr que los municipios y los departamentos la incluyan en sus planes de desarrollo, acciones reales y efectivas encaminadas a combatir estos efectos del cambio climático.
ENS: Usted ya había advertido este fenómeno, entonces, ¿qué podemos hacer?
NAE: Sí, advertí este fenómeno. La realidad climática actual es previsible y es imperativo tomarse en serio esta situación. Los cambios evidentes en las temperaturas y patrones climáticos requieren una acción colectiva.
Como ciudadanos, cada acción, por mínima que sea, contribuye al cuidado del planeta. Exigir a los gobiernos una planificación estratégica, asignación de recursos y acciones con enfoque territorial es crucial para abordar esta crisis ambiental.
El tiempo va avanzando y todos podemos notar que ahora en diferentes partes del país, los días son más calientes y las noches son más frías, los veranos son más secos y extensos, y los inviernos son más fríos e inclementes, ya no estamos disfrutando del mismo clima que hace 20 o 30 años.
ENS: ¿Habrá manos criminales?
NAE: Lamentablemente, sí. En el tema de los incendios forestales, la presencia de manos criminales es innegable. Se necesita una vigilancia activa de las autoridades locales para identificar y sancionar a quienes atenten contra la biodiversidad. Es fundamental trabajar en conjunto para proteger nuestros recursos naturales.
En el tema de los incendios forestales, lastimosamente no ha de faltar el ‘gracioso’, el ‘pirómano’ o el ‘psicópata’ que, aprovechando las altas temperaturas, utilice esto para generar focos de calor y generar incendios de altas magnitudes.
Futuro
ENS: Este calentamiento, ¿a qué puede llevar a Colombia?
NAE: La puede llevar a una seria crisis ambiental y social. La posibilidad de racionamientos y el impacto en el sector energético son reales. La racionalización del uso del agua y la adopción de medidas sostenibles son cruciales. La colaboración entre gobiernos, dirigentes y ciudadanos es esencial para enfrentar estos desafíos climáticos.
ENS: ¿Podemos ir a un racionamiento?
NAE: Sí, la posibilidad de racionamiento es latente y real. La falta de lluvias y los niveles críticos en embalses y represas son señales alarmantes. Es urgente racionalizar el uso del agua y la energía en los hogares, evitar el derroche y adoptar prácticas sostenibles para mitigar la amenaza inminente de un racionamiento.
Tenemos un alto riesgo de un racionamiento en razón de que en Colombia solo el embalse del Peñol tiene capacidad de regulación de un año, que las proyecciones apuntan a que el fenómeno de El Niño en Colombia dure hasta junio de 2024.
Pandemia
ENS: ¿Cree que esta es la otra pandemia que tanto habían dicho?
NAE: No, el cambio climático no es una pandemia repentina, sino una realidad que ha evolucionado durante años. La falta de atención gubernamental en el pasado ha complicado la comprensión de su magnitud. Ahora, estamos experimentando sus efectos, y es crucial tomar medidas concretas.
Desde el Congreso, continuamos trabajando para concientizar a la ciudadanía y promover leyes que protejan nuestro medio ambiente y biodiversidad, esenciales para nuestra supervivencia a largo plazo.
Ahora que está entre nosotros y lo estamos sufriendo, sí quieren poner atención, quieren todos tomar medidas, pero ya sobre la marcha, lo que sin duda dificulta todo mucho más.
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