UNAL alerta sobre escasez de agua potable en Leticia
Un fenómeno de drástica reducción del caudal del río Amazonas, que no se presentaba desde 1992, llevó al cierre de la bocatoma del acueducto local, debido a la disminución del nivel de agua en la quebrada Yahuarcaca, la cual depende de las aguas del Amazonas y es la que surte a la población de Leticia.
“La emergencia presentada en la capital del Amazonas tiene que ver con la dinámica del río y la falta de planeación local, que ha ignorado las recomendaciones dadas por la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Amazonia, que desde hace más de 30 años viene monitoreando y modelando el comportamiento del río a su paso por el departamento del Amazonas”.Así lo advierte el profesor Santiago Duque, del Instituto Amazónico de Investigaciones (Imani), quien explica que la afectación de la quebrada Yahuarcaca se presenta puntualmente en el sector de La Cholita, en donde se ubica la bocatoma del acueducto de Leticia.“En los periodos de ascenso y aguas altas, el río Amazonas aporta aguas al sistema lagunar y a la quebrada. En el siglo XX, el río aportaba agua por el canal La Fantasía y el canal Yahuarcaca, y cuando ya está en aguas altas, el Amazonas entra por todas partes inundando los 22 lagos del sistema y a la propia quebrada”, detalla el docenteComo la quebrada es apenas un arroyuelo (con menos de 1 m3/seg), los niveles de agua y su profundidad dependen en gran medida de las aguas del río Amazonas, que entra desde el canal de La Fantasía; sin embargo, en el siglo XXI este canal se ha venido secando durante casi todo el año, pues en la parte alta, frente a la comunidad de La Playa, una barra de arena no permite el paso del agua del Amazonas.Este patrón de cambio a la altura de Leticia ha sido identificado y divulgado por la UNAL, pero hasta el momento los decisores no lo han tenido en cuenta para el ordenamiento territorial y para prever emergencias como la que se presenta actualmente, que afecta a cerca del 50 % de la población que recibe este servicio, mientras la otra parte se surte de agua directamente de pozos subterráneos.El profesor Duque recuerda que la dinámica del curso del Amazonas es conocida y predecible, si se tiene en cuenta que desde 2006 la UNAL –Sedes Medellín y Amazonia– le entregaron al Estado colombiano el estudio y las posibilidades de ayudar a resolver el problema de la alta sedimentación y creación acelerada de islas entre la isla Ronda y Tabatinga.Y aunque en 2019 se contrató la realización del PBOT, la propuesta fue duramente cuestionada, pues no tenía una visión de ciudad ni contemplaba el río como eje central de desarrollo. Por estos motivos, dicho plan no fue aprobado y hoy no se cuenta con lineamientos de planeación local.“En una ciudad como Leticia, con un alto tráfico de turistas y que el año pasado inauguró su nuevo aeropuerto, es inadmisible que no se tenga una política pública que permita prevenir fenómenos de escasez de agua”, sostiene el profesor Duque, quien reitera que existen varias alternativas para prevenir una posible emergencia sanitaria por falta de agua potable.En ese sentido, señala que se puede contemplar la posibilidad de tomar el agua directamente del río Amazonas, como lo hace la población limítrofe de Tabatinga (Brasil) o de los acuíferos que abundan en la región amazónica, pues es un hecho que la quebrada Yahuarcaca no tiene suficiente agua para atender los requerimientos del servicio de acueducto de la población.“Es contradictorio que una ciudad como Leticia, por donde cruza el río más caudaloso del mundo, se vea expuesta a escasez del recurso hídrico”, sostiene el profesor Duque.Así mismo advierte que además de los fenómenos naturales del río y del cambio climático, el bajo nivel del sistema lagunar de la ciudad también obedece a procesos de deforestación y cambios de uso de la tierra.

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