Por el expresidente Alvaro Uribe
Entre octubre del año 1999 y noviembre del año 2000, el entonces INCORA, a través de su Oficina Regional en el departamento del Chocó, adelantó el proceso de titulación colectiva y en noviembre del año 2000, la Gerencia General del INCORA concluyó el proceso y le adjudicó al Consejo Comunitario de CURVARADÓ 46.084 HECTAREAS y al Consejo Comunitario de JIGUAMANDÓ 54.973 HECTAREAS y estas tierras que hasta ese momento eran consideradas baldías, se convirtieron por mandato, en tierras comunales de grupos étnicos, inalienables, imprescriptibles e inembargables.
En 2001 un grupo de empresarios empezó a desarrollar allí un proyecto de palma africana. Adelantaron un proceso de apropiación ilegal de tierras. Nuestro Gobierno adelantó todos los trámites que terminaron con las denuncias penales a los funcionarios y particulares que participaron en la actividad ilegal. Finalmente los títulos de las tierras volvieron a las comunidades étnicas que habían sido adjudicatarias.
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