“Demanda sobre plataforma continental no tiene base legal”

ESTRATEGIA y argumentos de defensa muy sólidos es lo que tiene Colombia para defender la soberanía nacional en la plataforma continental del Caribe Suroccidental que demandó Nicaragua en La Haya es lo que presentará el equipo nacional en las próximas audiencias orales.

Con un renovado equipo de agentes y coagentes, que sin embargo continúa en cabeza de Eduardo Valencia Ospina, quién desde el inicio de este largo litigio hace parte del grupo de abogados internacionales, Colombia recalibró la estrategia para responder a las dos preguntas jurídicas muy técnicas que hizo la Corte Internacional de Justicia ante la pretensión nicaragüense de reclamar gran parte del mar territorial, la que afecta no sólo a nuestro país sino también a Costa Rica, Panamá y Jamaica, quienes han manifestado sus preocupaciones a la ONU.

Carolina Olarte Bácares es una de las dos mujeres del fortalecido equipo colombiano y la designada embajadora ante Países Bajos. En diálogo con EL NUEVO SIGLO, la hasta ahora decana de la facultad de derecho de la Universidad Javeriana y experta en temas de derecho internacional, arbitraje y derechos humanos, explicó lo que expondrá Colombia en las audiencias que tendrán lugar la próxima semana.

EL NUEVO SIGLO. – ¿Qué tan optimista llega Colombia a las audiencias orales que se desarrollarán en La Haya del 5 al 9 de diciembre?

CAROLINA OLARTE BÁCARES. Este es un caso que representa una alta complejidad a nivel jurídico y científico técnico. Sin embargo, tenemos una estrategia y unos argumentos de defensa muy sólidos.

ENS. – ¿Hay riesgo real de perder territorio o de sufrir alguna lesión a la soberanía colombiana o su plataforma continental en el Caribe por esta tercera demanda de Nicaragua?

COB. En esta demanda, Nicaragua pretende una porción de la plataforma continental colombiana en el Caribe Suroccidental, en la cual Colombia ha ejercido históricamente su presencia pacífica e ininterrumpida y sin duda la pretensión nicaragüense afectaría la soberanía nacional. Sin embargo, nos asiste la total certeza de la falta de base legal y científica de Nicaragua y por ello estos elementos hacen parte de nuestra defensa en los estrados judiciales de La Haya.

ENS. – ¿Estas nuevas pretensiones de Nicaragua afectan solo a Colombia o impactan mar territorial o tratados firmados por nuestro país con terceras naciones en el Caribe?

COB. – Es importante recalcar que esta pretensión afecta no solo a Colombia sino a toda la región del Caribe suroccidental. De hecho, Costa Rica, Panamá y Jamaica han manifestado su preocupación por las pretensiones nicaragüenses y se lo han hecho saber al Secretario General de la ONU.

ENS. – Frente a la línea jurídica de defensa que traía el anterior equipo de agente y coagentes de Colombia ante la Corte Internacional de Justicia ¿hay algún cambio con este relevo operado por el gobierno Petro?

COB. – En primer lugar, este nuevo grupo de personas que fungimos como agente y coagentes es diverso e integral, resaltando el conocimiento y experticia en derecho internacional, en aspectos científicos y técnicos. Adicionalmente hoy tenemos por primera vez dos mujeres en el equipo, una de ella raizal, quien representa y encarna las reivindicaciones de las comunidades y pueblos del archipiélago y del Caribe. Finalmente, con ocasión de las dos preguntas concretas que ha planteado la Corte para estas audiencias, el equipo ha tenido que recalibrar la estrategia. Mucho de lo que se trabajó previamente será parte, por supuesto, de lo que se esgrimirá en estas audiencias

ENS. – Otros países, incluyendo Nicaragua, han durado muchos años con los agentes y coagentes ante La Haya ¿Se debilita en algo la postura y base argumental colombiana por este cambio en el equipo de defensa?

COB. – En lo absoluto. Por el contrario, es importante recalcar que la defensa del Estado reposa en manos del grupo de agentes, quienes nos encargamos de la comunicación y representación ante la Corte y de dirigir y articular la estrategia defensa. Además, esta defensa está soportada en un grupo de abogados internacionales que permanece invariado. Vale la pena resaltar que nuestro agente, Eduardo Valencia Ospina, hacía parte desde el inicio de los abogados internacionales y por lo anterior, no representa en manera alguna una ruptura que ponga en riesgo el desarrollo y las modificaciones necesarias para un litigio de tantos años. Todo lo anterior, junto con el ingreso de las dos coagentes y el equipo asesor fortalece sin duda la defensa ante la Corte de los intereses soberanos colombianos.

ENS. – ¿Qué papel están jugando los representantes raizales en este nuevo pleito interpuesto por Managua?

COB. – La presencia de la coagente Elizabeth Taylor es fundamental para recoger el sentir de los raizales para que estén representados en todas las instancias de este proceso. Se han desarrollado varias reuniones con los representantes raizales para mantenerlos informados del proceso, responder sus inquietudes y tomar nota de sus aportes. Durante los diálogos desarrollados con la comunidad, se ha aclarado que en este caso y para las audiencias de diciembre, el foco de la defensa se centra en dos preguntas jurídicas muy técnicas.

ENS. – ¿Si superamos esta tercera demanda, Colombia queda ya por fuera de la jurisdicción del Pacto de Bogotá definitivamente?

COB. – Efectivamente, Colombia denunció el Pacto de Bogotá y el retiro quedó en firme un año después, en 2012. Colombia no estaría entonces sujeta a nuevas demandas ante este tribunal.

ENS. – ¿Cómo recibe usted el cargo de embajadora?

COB. – Con gran responsabilidad y entusiasmo por poder prestarle un servicio calificado al Estado colombiano. En el gobierno del Reino de Los Países Bajos, en especial en La Haya, se concentra un número importante de las principales instancias multilaterales y jurisdicciones del derecho internacional, así como una agenda bilateral estratégica. En La Haya tiene su sede no solo la Corte Internacional de Justicia, sino igualmente la Corte Penal Internacional, la Corte Permanente de Arbitraje (de la cual soy miembro), la Organización para la Prohibición de las armas Químicas, entre otros, instituciones todas ellas de gran relevancia para Colombia. Así, es un gran honor y responsabilidad prestarle un servicio a nuestro país para el cumplimiento de las importantes funciones diplomáticas que se encontrarán a mi cargo.

¿Cómo deja la decanatura de derecho de la javeriana?

COB. –La Facultad de Ciencias Jurídicas de la Javeriana que he liderado hasta el momento en calidad de Decana se encuentra en un gran momento gracias, entre otras, a la reciente renovación de la acreditación de alta calidad de nuestro programa de derecho por el período máximo de diez años. Adicionalmente, queda con unas estrategias de internacionalización y de investigación en curso que fortalecen de manera directa la importante actividad de docencia de nuestra facultad. Igualmente, se encuentra en un momento de reflexión curricular integral que ha presentado victorias tempranas y se prepara para consolidar un proceso participativo y sofisticado de transformación académica que dará nuevas respuestas a los retos que nos ofrece este cambio de época. Finalmente, queda en manos de un cuerpo profesoral y administrativo de altísimas calidades, con amplias capacidades para seguir dando cumplimiento a la Misión de la Universidad y, en especial, acompañando a nuestros estudiantes quienes constituyen el centro de nuestra vocación, así como a nuestros egresados que continúan ejerciendo el derecho para beneficio de una constante transformación de nuestra sociedad.

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