EL NUEVO SIGLO: ¿Qué radiografía hace al estado actual del sistema de salud?
FERNANDO RUIZ: Es evidente que el servicio de salud tiene un deterioro severo porque sufren los pacientes de diferentes maneras. Por un lado, el muy pobre acceso a los servicios de salud y a los procedimientos requeridos. Y, por otro, el grave problema de falta de acceso a medicamentos por desabastecimiento de moléculas muy importantes, a las cuales hoy los colombianos no tienen acceso.
Esto se manifiesta fundamentalmente en la entrega incompleta de las fórmulas médicas y en muchas carencias que al final terminan manifestándose en mayor afectación de la población que termina yendo a servicios de urgencias debido al deterioro en su salud.
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MinHacienda revela proyecciones financieras de la reforma a la salud
ENS: ¿Las intervenciones a las EPS desmejoraron el servicio en lugar de solucionar los problemas?
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FR: Este es quizá el hecho más crítico de los problemas de gestión del actual Gobierno. La situación más compleja es la de la Nueva EPS, una entidad que reúne cerca de 11 millones de colombianos que tiene una proporción mayor de personas mayores y, por tanto, de personas con enfermedades crónicas.
Es inconcebible que esta entidad después de dos años no haya presentado estados financieros, que el nivel de deterioro de la atención es tan severo que haya un número muy importante de hospitales y clínicas de Colombia cerrándole los servicios y la atención.
Y todo esto se manifiesta en decisiones del Gobierno, como nombrar interventores con muy baja capacidad gerencial y con muy poco respaldo. El haber tenido cuatro gerentes en los últimos dos años muestra el nivel del desgreño administrativo y la falta de capacidad para poder atender a la población.
ENS: ¿Qué lectura hace de las deudas a los hospitales?
FR: Lo más preocupante aquí es la fragilidad en la que están entrando los hospitales públicos y privados. Tenemos gobernadores que han tenido que hacer financiación propia de sus hospitales públicos, que han hecho manifestaciones al Gobierno expresando la problemática, las dificultades que existen y en los entes privados la única forma de defenderse ha sido cerrando servicios o dejando de atender a las poblaciones de las EPS intervenidas por el Gobierno.
Esto sin contar el tremendo desmadre en el que se encuentra la atención de los maestros, donde el último capítulo es que, en un grado tan grave de desfinanciación del sistema, que ha terminado echando mano a los recursos de las pensiones, para financiar los servicios de salud. Lo más inconcebible es la absoluta pasividad y el silencio del sindicato de los maestros.
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ENS: ¿Se han tenido que pagar deudas de años anteriores, por ejemplo, de la pandemia?
FR: Eso no es exacto, es una excusa que el Gobierno saca para tratar de solventar, porque sus problemas de gestión y sus dificultades siempre las miran con retrovisor. El Gobierno anterior dejó el acuerdo de punto final, se pagaron 9 billones de pesos y la situación financiera de los hospitales y de las EPS era mucho mejor que la situación actual.
El problema fundamental surgió cuando llega el Gobierno y los ministros bajo el supuesto de que aquí la plata sobraba, y no apropiaron los recursos a través de la gestión de la financiación y ajuste de la UPC en los montos requeridos y demoraron muchísimo tiempo en pagar los presupuestos máximos, aun teniendo los recursos que les habíamos dejado.
ENS: ¿Qué opina sobre la reforma a la salud?
FR: La reforma a la salud del presente gobierno ya tiene un grado de desarticulación en la cual creo que ni siquiera el propio gobierno tiene expectativas de que pueda ajustar técnicamente un sistema que han venido desconfigurando a punta de decretos y resoluciones.
Realmente no da ninguna solución a los problemas que actualmente tiene el sistema y es más una especie de canto a la bandera donde hay unas pocas victorias políticas que desesperadamente busca el presidente y el Gobierno, como los famosos equipos básicos de salud, que realmente hoy después de dos años es increíble que no exista una evaluación independiente que le diga a los colombianos por qué sirven y por qué no sirven. Esto indica que efectivamente los resultados son muy deficientes.
ENS: ¿En qué puesto del escalafón mundial está la salud en Colombia?
FR: Creo que el sistema de salud colombiano, tanto en los escalafones como los análisis y el propio indicador de gasto bolsillo, indica que Colombia tenía uno de los mejores sistemas de salud de Latinoamérica, si no el mejor, y uno de los mejores rankeados a nivel mundial.
Hoy en día esa situación se ha deteriorado severamente y el nivel de acceso a los servicios de salud muestra situaciones que nos llevan a un punto absolutamente grave, marginal y totalmente bajo en términos de comparación con otros países.
ENS: ¿Cómo enfrentó la crisis de la pandemia en Colombia?
FR: En un entorno de muchas dificultades, pero Colombia pudo atender a los pacientes, más de 200.000 personas en Unidades de Cuidados Intensivos, pudo vacunar a más del 70% de la población, pudimos aplicar refuerzos a las poblaciones de mayor riesgo y no hubo colombianos que no tuvieran atención en cuidado intensivo, ningún colombiano tuvo que pagar un solo peso por la atención y el servicio. Por esta razón, Colombia quedó en el ranking, en el puesto número 12 a nivel mundial, en el ranking de Bloomberg.
ENS: ¿Qué le hace falta a la salud?
FR: Creo que en este momento le hace falta sobre todo recursos. El próximo gobierno o quienes están en campaña tienen que pensar que para poder avanzar toca hacer un rescate de la salud en Colombia y ese rescate incluye, seguramente, un plan de choque con recursos financieros que van a ser muy difíciles de conseguir y también pensar en una reforma técnica a la salud que realmente responda a las necesidades y a los retos que tiene el sistema.
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