Población de Caquetá vive en medio de zozobra, incertidumbre y temor: Cuellar

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo está la seguridad en el departamento del Caquetá?

MAURICIO CUELLAR: Sigue siendo un tema complejo, crítico. Vemos cómo el aumento de la extorsión se ha venido presentando de manera reiterativa. Asimismo, tenemos un registro de cerca de 15 menores reclutados este año por las Farc.

Evidentemente, a pesar de que se ha venido avanzando en los diálogos, en las medidas de concertación, en la estrategia de paz total en Caquetá, el tema no parece tener una mejoría, por cuanto el panorama y la opinión de la comunidad es que se sigue viviendo en una situación de zozobra, incertidumbre y de temor.

ENS: ¿Qué ha dicho el Gobierno nacional ante el pedido de los congresistas y las autoridades departamentales?

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MC: Hemos sido reiterativos, yo soy parte de la Comisión de Derechos Humanos, de la Comisión de Paz de la Cámara, hemos estado en diferentes espacios con el ministro de Defensa, el anterior y el actual, con el alto comisionado de Paz, exigiendo mayor claridad con respecto a los diálogos, a los ceses al fuego que ha venido liderando en todo el país, especialmente en mi departamento.

Pareciera que no hay un norte, una claridad, una línea definida de poder generar un mayor control territorial, mayor presencia, y sobre todo que en la opinión de la comunidad la percepción de seguridad mejore.

Hace pocos días estuvo el ministro de la Defensa, Pedro Sánchez, en Caquetá, y ahí se lograron compromisos muy puntuales, uno de ellos es fortalecer el Grupo Gaula, tanto de Policía y Ejército. Igualmente, se comprometió con una posibilidad de ayudar a gestionar con la gobernación la estación de Policía de Florencia y Caquetá, también generar o trasladar todas las inquietudes de los alcaldes que participaron en el Consejo de Seguridad, y esperemos que este último Consejo de Seguridad que fue en Florencia, sirva realmente para generar mayor control, mayor presencia, mayores posibilidades de que la gente se sienta segura.

ENS: ¿Considera que la seguridad en Caquetá retrocedió a las épocas de San Vicente del Caguán?

MC: No creo que hasta ese punto, porque antes en todo lado había pescas milagrosas, salían los milicianos en las vías a marcar carros, a dar información o publicidad alusiva a las Farc, había secuestros.

En ese momento no podemos decir que hay secuestros, es uno de los delitos que no han venido en ascenso, habían tomas guerrilleras, pero sí se ha retrocedido después de la firma del Acuerdo de Paz en el 2016, donde se vivieron unos años de tranquilidad, de paz.

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Con respecto a esas fechas sí creemos que se ha venido retrocediendo. Comparar lo que pasa actualmente con la época del Caguán, la época del conflicto armado en Caquetá también sería exagerado.

Ahora hablamos de cuatro grupos disidentes y no como antes que era una sola estructura de mando, una sola jerarquía y una sola línea de mando que era la de las extintas FARC-EP. Eso es lo que genera hoy la falta de claridad con respecto a los actores armados, se hablaba de un grupo disidente, luego dos, ahora vemos que son cuatro, y eso es lo que genera realmente mayor temor en la población civil.

ENS: ¿Cuál ha sido el principal fracaso del Gobierno en este sentido?

MC: Creo que el mayor fracaso ha sido intentar hacer la paz con todos los grupos. Si uno no tiene una agenda clara y si uno no ha logrado avanzar en un grupo, un sector, una facción, pues es ilógico quererlo hacer con diferentes frentes, con diferentes bloques o bandas criminales. Ese ha sido el error que comete el Gobierno, de querer ambicionar firmar la paz con diferentes actores armados cuando finalmente es un tema bien complejo, que tardará tiempo, tardarán compromisos, verificación por parte de organismos multilaterales.

ENS: ¿Otra falla podría ser que el Estado no ha llegado con institucionalidad a las zonas dejadas por las antiguas Farc?

MC: Ese ha sido el fracaso del Acuerdo de Paz firmado en el 2016, en La Habana, con las extintas FARC-EP. No se concretó porque no se adelantaron las inversiones, se creyó en ese momento que los PDET iban a ser una posibilidad de recibir inversiones en los territorios donde nunca la inversión estatal ha llegado, pero finalmente vemos que ha faltado.

Ha sido poco lo que se ha logrado hacer en este tiempo y en Caquetá, en el antiguo distensión del Caguán, donde la gente ha soñado siempre con la paz en la época del gobierno de Pastrana, ahora con el gobierno de Santos, vemos que ha sido todavía frustrada para esa gente, esa población, estos paisanos nuestros, el anhelo de vivir en paz, en armonía y sobre todo generando desarrollo económico en la región.

ENS: Frente a este panorama, ¿cómo se prevén las elecciones al Congreso en el 2026?

MC: Hay algo que está ocurriendo y es para comparar. Con las FARC-EP, el hacer política era un tema riesgoso, ellos estaban interesados en desestabilizar el Estado derecho, llegar al poder a través de las armas.

Lo que hoy ve uno con las disidencias, es que están enfocados en el aspecto económico, simplemente dedicados a las rentas ilegales, por ello, usted no encuentra hoy, como lo encontraba antes, alcaldes amenazados en gran medida, o asesinados, concejales también en riesgo.

Por ello creo que las elecciones de Senado y Cámara no tendrán mayor gravedad en cuanto a la seguridad, yo aspiro que así sea, porque ahora están enfocados en el narcotráfico, en la minería ilegal, en la extorsión, y no dedicados a querer desestabilizar el régimen constitucional legal vigente.

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