El líder de la oposición

Por exsenador Ernesto Macias

La marcha del domingo 21 de abril en contra de Gustavo Petro y sus excesos fue trascendental. No solo se convirtió en la manifestación más grande de la historia en Colombia, sino que ocurrió en un momento crítico en que la democracia y las instituciones están amenazadas. Esta movilización fue convocada a través de redes sociales por diversas personas y sectores sociales y políticos de la nación.

Y la reacción de Petro distó mucho de lo que se esperaría de un verdadero líder: aprovechándose de las tradicionales manifestaciones de los trabajadores, destinó cuantiosos recursos estatales para financiar las marchas del primero de mayo y comprar el derecho a una tarima desde la cual lanzó un discurso incendiario y desafiante. En él, calificó la movilización de millones de colombianos como “la marcha de la muerte” y anunció la absurda y grave decisión de romper relaciones con Israel.

Son muchas y fundadas las preocupaciones de la mayoría de colombianos que salió a marchar el 21 de abril: la inseguridad y violencia desbordadas; la corrupción rampante; una economía en crisis; un sistema de salud en grave deterioro; un presupuesto de inversión sin ejecutar; mensajes desastrosos para sectores de la producción, como los de hidrocarburos o el agropecuario. Y como si fuera poco, Petro echa sal a las heridas de la sociedad con sus discursos y mensajes cargados de odio. Por estas y muchas otras razones, sin proponérselo, Petro convoca las marchas en su contra y podría señalársele como el líder de la oposición a su propio desgobierno.

Además, Petro no respeta la Constitución ni las leyes y, por el contrario, invita a transitar por atajos y no por las vías institucionales. Esto, por supuesto, crispa a los colombianos, aún más cuando, en redes sociales y medios de comunicación, se comenta que está preparando su permanencia en el poder más allá de 2026. Las alarmas están activadas.

Sin embargo, en la otra orilla, no ha surgido un verdadero líder de la oposición. Es cierto que hay personas en partidos y sectores opositores que se destacan por esa tarea, pero aún no aparece alguien que no solo enfrente con solvencia la agresividad de Petro y su derroche del presupuesto, sino también la amenaza a la democracia que él representa. Lo más importante es encontrar a ese líder que pueda aglutinar a todas las fuerzas opositoras e interpretar el sentir de la gran mayoría de colombianos que expresa un profundo rechazo a Petro y sus intenciones. Se necesita un líder que no se limite a responder diariamente a las locuras, sino alguien con el carácter suficiente para proponer la salida y generar confianza de unidad nacional. Aquí no se trata de derechas o centros, porque lo que está en juego son las libertades, la democracia y los intereses superiores de la Patria.

Es urgente que aparezca el líder de la oposición capaz de unificar y recoger todas las voces inconformes, por encima de tendencias políticas y partidistas. No puede ser alguien que rechace a los políticos solo para aparentar independencia, porque el concurso de la clase política es importante. No se puede caer en la demagogia de Petro, que hizo campaña destilando odio contra los políticos y terminó aliado con los peores. Se necesita un líder de la oposición que conforme y dirija una gran alianza con los mejores.

@ernestomaciast

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