Paola Holguín es senadora de la República por el partido Centro Democrático y desde ya anunció que es precandidata a la presidencia de la República de cara a las elecciones que se llevarán a cabo en el 2026. Radiografía del país según su visión.
Senadora, ¿cómo ve el panorama para las elecciones del 2026?
Creo que el país va a optar por una alternativa contraria a la del actual Gobierno, que recupere la confianza en la democracia y la institucionalidad; que sea capaz de garantizar la seguridad, el crecimiento económico sostenido, sustentable y sostenible, que busque una política social vigorosa de oportunidades más que de subsidios. Un gobierno que supere el odio de clases y que pase del populismo al permanente diálogo popular; que garantice un Estado gerencial, que dé resultados y sea austero, transparente y descentralizado. Las elecciones locales fueron una especie de primera vuelta sobre lo que viene para el 2026.
¿Cree que el país volverá a la opción de la derecha?
El país hoy clama por seguridad y crecimiento económico. Creo que los ciudadanos quieren soluciones reales a sus problemas cotidianos, este ensayo populista de izquierda dejó en evidencia que el suyo es un modelo fallido. Colombia necesita orden, estabilidad y esperanza.
¿Y por qué decidió ser precandidata presidencial?
Esta coyuntura de la Nación es también un llamado a la acción, yo creo que quienes tenemos responsabilidades públicas, en momentos de crisis, tenemos que ser capaces de dar respuestas, decir la verdad y generar esperanza. La presidencia ha sido un camino que empecé a transitar cuando tenía 4 años, hace ya 46; esa ha sido la razón de mi vida, para ello me he formado, y creo que este es el momento.
Pero, hay otros precandidatos en el Centro Democrático…
Por ahora, creo que del partido quieren ser nuevamente aspirantes María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Alirio Barrera; además Miguel Uribe. No sé si el doctor Nieto quiera correr de nuevo. Seguramente con el tiempo se establecerá el proceso de elección del candidato; pero más importante que los temas de mecánica electoral, es que logremos construir una plataforma que enamore a los colombianos. El Centro Democrático ha sido el único partido de oposición desde el día uno del Gobierno Petro, una oposición democrática, constructiva y guiada por los intereses superiores de la patria.
¿Cuál será el reto del próximo Presidente de Colombia?
Tendremos muchos retos como país. Será necesario recuperar la confianza, fortalecer la democracia y la institucionalidad. Creo que el tema de seguridad será clave, desde una visión integral de prevención, control y rehabilitación; tendremos que recuperar el control estatal del territorio, la capacidad operativa de la Fuerza Pública, del sistema judicial y el ejercicio pleno del Estado de derecho; porque seguridad y justicia son un binomio inseparable.
Tendremos que superar el discurso anti-empresarial y contra los sectores productivos; entendiendo, además, que no hay contradicción entre crecimiento económico y protección medioambiental. Es necesario dar garantías de seguridad física y jurídica para la inversión nacional y extranjera, ganar competitividad y capacidad para tener crecimiento sostenido en el largo plazo. De igual forma, entender todo el sistema de micro, pequeñas, medianas y grandes empresas, flexibilizar el sistema laboral sin precarizar el empleo y simplificar y mejorar el sistema tributario, no es asfixiando con impuestos que crecen los países.
En el tema social, es necesario una política integral para superar la pobreza, basada en generación de oportunidades y no en subsidios; necesitamos, por ejemplo, trabajar en un nuevo modelo educativo con calidad, flexibilidad y pertinencia, acorde a las nuevas exigencias del mercado laboral.
Finalmente, ¿cuál es la principal tarea de los nuevos mandatarios regionales?
El gran reto es lograr enviar señales que tranquilicen a los ciudadanos, a los empresarios y a los emprendedores; crear desde lo local un entorno seguro, que facilite la inversión y que genere oportunidades a los ciudadanos. Lamentablemente, las señales que envía Petro y su Gobierno no son alentadoras, pareciera que van a gobernar solo con quienes tienen afinidad ideológica, olvidando que la campaña ya pasó y hoy, su obligación es con 50 millones de colombianos y representar la unidad de la Nación.
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